"Esto no se arregla como si fuera un ordenador", decían
"No es un equipo informático, es un electrodoméstico y se trata como tal."
Esta es la frase que recibió el tecnólogo conocido en Twitter como MrChuxMan, quien dirige una pequeña empresa de informática, tras solicitar a la compañía de electrodomésticos Beko el firmware de la placa de control de su lavadora.
El suceso
Su historia comienza con la avería del susodicho electrodoméstico. Ante ello, MrChuxMan decidió apretarse los machos y realizar su reparación. Supuso que el origen del problema era el daño permanente del microcontrolador principal de la placa de control. Vió que el componente era de fácil adquisición y con una sustitución relativamente sencilla: solamente necesitaba el firmware.
Para entrar en contexto, el firmware es el software que define el funcionamiento del microcontrolador: define sus entradas, salidas y qué procedimiento tiene que realizar con ellas. Dicho software se encontraba en el componente dañado, por lo que supuestamente no habría forma de extraerlo para su posterior inserción en el repuesto.
Sin embargo, gracias a que en la Unión Europea existe el "derecho a reparar", las empresas productoras de electrónica de consumo deben dar facilidades para su reparación por cuenta propia. Con ello, se dispuso a contactar con Beko sin resultado positivo, ya que estos últimos no estaban dispuestos a enviarle una copia del firmware del controlador, incluyendo el comentario que da comienzo a este artículo tras insistirles nuevamente.
La opción que daba la compañía era adquirir el componente completo (toda la placa) cuyo coste hacía que no fuese rentable reparar el electrodoméstico, ya que tenía el mismo precio que comprar una lavadora nueva.
Tras las negativas, se puso a intentar sacar el firmware del controlador dañado. Lo logró, aunque necesitará realizar lo mismo desde un aparato en funcionamiento que, casualmente, tiene en casa de su madre para asegurar la integridad del software.
Tras todo este proceso, comunicó al fabricante de electrodomésticos que ha puesto en manos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) este asunto para reclamar el no cumplimiento de la resolución europea.
Aparte, indica tanto en Twitter como en su email a Beko que todo lo realizado es legal ya que no ha distribuido ni distribuirá copias del firmware ni ha comprometido la seguridad de la empresa.
"Esto no se arregla como si fuera un ordenador", decían.